Maravillas de las civilizaciones

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dimanche 23 novembre 2014

Tumbas y sitios santos en las manos de los islamistas

Muchos de los sitios naturales e históricos de África están amenazados por el desarrollo incontrolado, la cacería furtiva y la inestabilidad social según la Unesco. 
Menos del 10% de todos los sitios de la lista del Patrimonio Mundial se encuentran en África, y de esos, el 40 % está en peligro, es decir catorce sobre los 78, diez perteneciendo al patrimonio natural (parques y reservas naturales) y cuatro perteneciendo al patrimonio de la humanidad (principalmente tumbas). 
Desde poco, una mayoría de los estados africanos ha empezado a darse cuenta de la importancia de los sitios del Patrimonio Mundial y que hay que hacer de África una prioridad para disminuir las amenazas tan naturales como humanas. 



LAS TUMBAS DE LOS ASKIA EN GAO (Malí)


Son una construcción de adobe que data del siglo V, más precisamente del año 1495, que albergan los restos del Askia Mohammed I, primer emperador de los Songhai
Ese túmulo incluye la impresionante tumba piramidal de 17 metros de altura del monarca, dos mezquitas, un cementerio y un  espacio para asambleas. Es un ejemplo característico del estilo de arquitectura islámica del fin de la Edad-Media que, más tarde, se expandió por toda la región. Es uno de los pocos que se había conservado hasta hoy y que fue reconvertida en mezquita. 
En el entorno de la tumba principal, se encuentran otras pequeñas tumbas de carácter secundario también denominadas tumbas de Askias. En la actualidad, muchas de ellas fueron destruidas por radicales islamistas.


TOMBUCTÚ (Malí)



Tombuctú, denominada "la ciudad de los 33 santos" alberga 16 mausoleos que hacen parte del patrimonio cultural de Malí. Fue un gran centro intelectual del islam y una metrópolis mercantil floreciente, construido en los siglos XI y XII. 

El sitio comprende tres grandes mezquitas y decenas de miles de manuscritos que testimonian del esplendor que tuvo en su edad de oro, en el siglo XVI. Representa una increíble riqueza artística. Sin embargo, a pesar de eso, los islamistas suní, tiene visión de la religión les lleva a considerar herejía cualquiera forma de culto o de adoración que se separe del monoteísmo el más inflexible. La ciudad histórica de Tombuctú cobija miles de textos considerados tesoros de sabiduría que hablan de Islam, de astrología, de música, de anatomía o de botánica. 



Desde 2012, cuando estalló el conflicto en Malí, 
los grupos islamistas empezaron a ocupar el Norte del país y 
a destruir cuatro de los principales sitios del Patrimonio Mundial.
Tras un golpe de Estado en Bamako en marzo, tomaron el control de las tres regiones administrativas de Malí. Los radicales del grupo armado Ansar Din, 
"defensores del Islam" o Aqmi  (Al Quaida en el Magreb), que controlan Tombuctú, arruinaron los mausoleos y las tumbas, saquearon los santuarios y robaron los manuscritos viejos de cientos de años. También colocaron minas en Gao para evitar un posible ataque de los rebeldes. 


Puertas de la Mezquita, antes y después del saqueo

Esas acciones se hicieron en nombre de Dios, porque los sitios eran idólatras 
y sus cultos son incompatibles con el Islam de los movimientos integristas, 
lo cual es bastante diferente del Islam tolerante, "de apertura", de artes, 
literatura y de proyección, que brillaba por su cultura y su saber. 
Desgraciadamente, estos sitios tienen actualmente una función, 
son muy importante para la población local porque los habitantes de la región 
rezan a los santos inhumados en los mausoleos para recibir bendiciones. 
Los integristas arrancaron la puerta sagrada de la mezquita Sidi Yeyia de Tombuctú "que nunca se abría, y que el día en que se abriera sería el fin del mundo" porque quisieron mostrar que no es el caso.  



La reacción al nivel internacional fue unívoca : la directora de la Unesco lamenta esa trágica destrucción del patrimonio cultural, que se considera como peor que la de los budas de Bamiyán. 
Según la Unesco, muy preocupada y consternada por esta devastación, "no hay justificación para esas destrucciones sin sentido. 
Pidió a todas las partes implicadas en el conflicto que detengan estos actos terribles e irreversibles y que hagan prueba de la responsabilidad que les incumbe en la protección de este valiosísimo patrimonio cultural para el disfrute y el interés de las generaciones futuras. Incluyó la ciudad de Tombuctú y las tumbas de los Askia en la lista del patrimonio de la humanidad en peligro.
Los vandalismos de Malí fueron condenados por la asociación de líderes religiosos de Malí, por la Unión Europea que sentenció la "destrucción brutal y gratuita" de los documentos de Tombuctú y por la Corte Penal Internacional (CPI) que declaró que constituye un crimen de guerra. 
La indignación internacional a la cual dio paso esa devastación de la cultura africana fue extrema, muchos otros países y organizaciones exprimieron sus lamentos frente a la catástrofe.  






TUMBAS DE LOS REYES DE BUGA DE KASUBI (Uganda)

Un tercer sitio de Africa, que forma parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco está en peligro, pero esta vez, no ha sido el humano la causa de su destrucción.


Emplazadas en Kasubi, Uganda, las tumbas de los kabakas, los poderosos reyes tradicionales del Sur de Uganda, se sitúan sobre de colinas del distrito de Kampala y ocupan unos 30 hectáreas. En su centro, se alza el antiguo palacio Baganda de los monarcos construido en 1882 y transformado en cementerio real dos años después. Es un ejemplo notable de la obra arquitectónica realizada con materiales naturales como adobe, cañas, madera, juncos y paja. El sitio tiene mucha importancia para las populaciones regionales porque tiene valor inmaterial, vincula creencias y espiritualidad de los habitantes. Además, testimonia de las tradiciones culturales vivas del Baganda (un grupo étnico Bantu nativo del Sur de Uganda que representa unos 17 porcientos de la población ugandés). 



Estás tumbas figuran en la lista del Patrimonio Mundial desde 2001. Fueron reconocidas como obra maestras de la creatividad humana por contener testimonios significativos del pueblo baganda. Desgraciadamente, un trágico incendio destruyó casi por completo el sitio. Debido a que las tumbas fueron construidas con paja y madera, los esfuerzos para apagar el fuego fueron infructuosos. Un grupo de manifestantes que sospechaban que era un incendio provocado, empezó a protestar poco después. Pero los acontecimientos acabaron mal y dos personas llegaron a morir en el tropel provacado por la masa de manifestantes. 

Actualmente, no se conoce la causa del incendio pero según algunos ungandeses, "Hay gente que quiere causar daño a este reino. Están dispuestos a desestabilizarnos y no sabemos si están detrás de eso". Aunque tales acusaciones solo son suposiciones y creencias personales, parece que están dirigidas havia el presidente de la República de Uganda, Yoweri Museveni, al poder desde 24 años. Éste quiere más control autónomo sobre los recursos de Uganda pero el Gobierno le replica que sólo tiene un papel formal y que no puede implicarse en politica. 


Las Tumbas de Kasubi, después del incendio
La UNESCO está dispuesta a ayudar a las autoridades ugandeses a evaluar los daños y planear maneras de reparar este importancia centro religioso. 

Sitio oficial de la Unesco, Acciones de urgencia en Mali http://www.unesco.org/new/fr/culture/themes/illicit-traffic-of-cultural-property/emergency-actions/mali/

Fuentes : 




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